K­A­T­E­ ­M­I­D­D­L­E­T­O­N­ ­|­ ­P­r­e­n­s­ ­W­i­l­l­i­a­m­’­ı­n­ ­s­ö­z­d­e­ ­s­e­v­g­i­l­i­s­i­ ­R­o­s­e­ ­H­a­n­b­u­r­y­’­n­i­n­ ­h­a­y­a­l­e­t­i­,­ ­K­a­t­e­ ­M­i­d­d­l­e­t­o­n­ ­s­k­a­n­d­a­l­ı­y­l­a­ ­y­e­n­i­d­e­n­ ­d­i­r­i­l­d­i­ ­(­K­a­t­e­ ­G­a­t­e­)­

De todas las teorías sobre la extraña desaparición de la faz de la tierra de Kate Middleton tras su misteriosa cirugía abominal a principios de enero -su última foto real, auténtica, no la imagen manipulada por ella misma con Photoshop, junto a sus hijos, fue la del día de Navidad-, en las últimas horas está tomando fuerza una nueva. Si hasta ahora se había especulado sobre el verdadero estado de salud de la princesa de Gales, que si podría padecer cáncer o una profunda depresión, que si estaría huida de la Casa Real, o que seguiría en coma, o, quizá, se que habría sometido a una operación de cirugía estética y estaría esperando a recuperarse del todo para retomar su agenda, ahora se vuelve a hablar de lady Rose Hanbury, la marquesa de Cholmondeley y supuesta amante del príncipe Guillermo, con la que incluso tendría un hijo.